Cómo hacer tu propio abono natural

Si alguna vez te has preguntado qué hacer con los restos de comida, es muy fácil, ¡haz tu propio abono natural! No solo estarás ayudando a tus plantas, sino que también estarás reduciendo el desperdicio y ayudando al medio ambiente.

Aquí te explicamos cómo hacerlo de forma súper sencilla usando ingredientes comunes: cáscara de huevo, jugo de naranja y restos de café.

¿Por qué hacer tu propio abono?

• Mejora la tierra: Un buen abono aporta nutrientes esenciales que las plantas necesitan para crecer fuertes y saludables.
• Ahorras dinero: En vez de comprar fertilizantes caros, puedes crear uno en casa sin gastar de más.
• Reduces residuos: En lugar de tirar restos de comida, los reciclas de forma efectiva.
• Es 100% natural: A diferencia de los fertilizantes químicos, el abono casero no tiene ingredientes sintéticos que podrían dañar el medio ambiente.

Ingredientes clave para tu abono natural

• Cáscaras de huevo: Son ricas en calcio, que ayuda a fortalecer las raíces y los tallos de las plantas. Tritúralas bien antes de usarlas.

• Jugo de naranja: Aporta vitamina C, lo que puede ayudar a tus plantas a absorber mejor los nutrientes. Pero úsalo con moderación porque es ácido; lo ideal es diluir el jugo con agua para que no afecte el pH del suelo.

• Restos de café: Son una fuente rica de nitrógeno, que es esencial para el crecimiento de las plantas. Además, ayudan a mejorar la estructura del suelo y a mantener alejadas algunas plagas.

Puedes usar esos tres ingredientes por separado, ya que cada uno tiene diferentes propiedades que le ayudarán a tus plantas o bien, crear un solo abono con los tres.

¿Cómo hacer un abono con estos ingredientes?

1. Prepara los ingredientes: Junta las cáscaras de huevo, los restos de café y el jugo de naranja diluido (puedes usar la cáscara también, picada en trozos pequeños).

2. Mezcla los restos orgánicos: Coloca todo en un balde o cubeta y mezcla bien. Puedes agregar otros restos de cocina como cáscaras de plátano o vegetales. Si tienes un compostador, perfecto, pero si no, una maceta o bolsa resistente también funciona.

3. Déjalo reposar: Deja que la mezcla repose durante al menos una semana. Si puedes, colócalo en un lugar cálido para acelerar el proceso de descomposición.

4. Aplica a tus plantas: Después de una semana (o más, si puedes esperar), tendrás un abono rico en nutrientes que podrás usar en tus plantas. Coloca una capa alrededor de la base de cada planta y riega como de costumbre.

¡Consejos extra!

• Evita restos de carne y lácteos: Estos productos pueden atraer plagas y crear malos olores, además de no ser adecuados para tus plantas.
• Usa lombrices: Si tienes acceso a lombrices, agrégalas a tu abono. Estas pequeñas criaturas acelerarán el proceso y descompondrán los restos aún más rápido.
• Balancea los materiales: Para un abono de calidad, mezcla restos secos (como hojas) y restos húmedos (como restos de comida). Esto evita malos olores y acelera la descomposición.

Crear tu propio abono es una de las maneras más fáciles y efectivas de cuidar tus plantas y reducir el desperdicio en casa. ¡Ingredientes simples pero grandes resultados!