La bugambilia, también conocida como bougainvillea, es una planta trepadora originaria de Sudamérica, famosa por sus vibrantes colores y su resistencia. Es una de las favoritas en los jardines gracias a su habilidad para florecer en una explosión de tonos que van del morado al fucsia, rojo, naranja y blanco.
¿Por qué elegir una bugambilia para tu jardín?
Las bugambilias son increíblemente versátiles, al ser de bajo mantenimiento, son perfectas para quienes no tienen mucha experiencia en jardinería. Pueden crecer en macetas, arcos o cubrir paredes, resisten muy bien el calor y la sequía, siendo ideales para climas cálidos.
Cuidados básicos de la bugambilia
Aunque es una planta fuerte, la bugambilia tiene algunos requisitos básicos:
- Luz solar. La bugambilia ama el sol, ubícala en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz directa al día para asegurar una floración abundante.
- Riego moderado. Prefiere un suelo bien drenado, y no necesita mucha agua; de hecho, el riego excesivo puede afectar su crecimiento. Riega solo cuando la tierra esté seca al tacto.
- Sustrato adecuado. Usa un sustrato ligero y bien drenado, puedes mezclar tierra de jardín con arena para facilitar el drenaje y evitar encharcamientos.
- Poda regular. La poda es esencial para mantenerla con una forma controlada y estimular la floración, puedes podarla al final de la temporada de crecimiento, eliminando ramas secas o débiles.
Multiplicación de la bugambilia
Si quieres reproducir tu bugambilia, la forma más común es mediante esquejes. Corta una rama de unos 15 cm, quita las hojas de la base y planta en una maceta con sustrato húmedo, mantenla en sombra parcial hasta que veas que empieza a enraizar.
Beneficios de tener bugambilias
Además de embellecer tu espacio, la bugambilia tiene algunas propiedades medicinales. Las flores de ciertas variedades se usan en infusiones para ayudar a aliviar problemas respiratorios leves. Sin embargo, si tienes mascotas, evita que se acerquen mucho, ya que las espinas y ciertas partes de la planta pueden ser irritantes.
Remedios:
Para la tos y dolor de garganta. Elabora un té, hirviendo por 20 minutos algunas hojas y puedes agregar canela. Esto ayuda a calmar la garganta irritada y reducir la tos. Si el sabor es fuerte, acompáñalo con una cucharadita de miel para suavizarlo.
Alivio de congestión nasal. Toma un puñado de flores frescas y colócalas en una bolsita de tela. Inhala su aroma profundamente varias veces al día. Aunque no es un descongestionante fuerte, el aroma ayuda a despejar ligeramente las vías respiratorias y a reducir la sensación de congestión.
Aunque estos remedios son naturales, es recomendable usarlos con moderación y consultar con un especialista si tienes alguna condición de salud.