Flor de cempasúchil: un símbolo de tradición mexicana. significado y cuidados

La flor de cempasúchil, también conocida como flor de muerto, pertenece a la familia Asteraceae y tiene como nombre científico Tagetes erecta. Es originaria de México y América Central y es uno de los elementos más representativos del Día de Muertos en México.

El nombre cempasúchil proviene del náhuatl cempohualxochitl, que significa “veinte flores”. Esta planta se caracteriza por sus llamativos colores amarillo o naranja, que simbolizan el sol, y por su aroma penetrante, que desde hace cientos de años se cree que guía a los muertos de regreso al mundo de los vivos. Por ello, se considera un símbolo de vida y muerte.

La flor de cempasúchil es más que un elemento estético en las ofrendas; representa un puente entre la vida de los vivos y los muertos. Al llegar los difuntos, encontrarán comida, bebidas y objetos de relevancia para ellos que sus familiares han puesto en su honor.

• Luz Solar: El cempasúchil no es una planta de interior, por lo que requiere una exposición a la luz solar de al menos 6 horas al día.
• Riego: Es recomendable regar esta planta cuando su tierra se vea seca, evitando el encharcamiento. Lo ideal es hacerlo alrededor de 3 veces a la semana.
• Temperatura: Crece en climas desde cálidos hasta templados y es muy sensible al frío, por lo que es recomendable mantenerla en temperaturas de 18°C a 24°C para un óptimo crecimiento.
• Nutrientes: Para que la flor de cempasúchil crezca grande y duradera, requiere ciertos nutrientes como fósforo y potasio. La composta es la mejor opción para esta planta.

La flor de cempasúchil no solo embellece los altares y los caminos hacia ellos, sino que también nos conecta con una parte fundamental de la cultura mexicana.